“Cuidar al paciente es tan importante como cuidar al acompañante.”

¿Sabías que todos los profesionales de la salud coinciden en que la salud del paciente es tan importante como la de quien los cuida?

Guarda esta página en favoritos y regresa cuando quieras a recordar estos consejos.

No lo dudes, estás dando lo mejor de ti.

Los días tienen 24 horas, ni más ni menos. Si sientes que das el máximo, no te presiones, es contraproducente. Descansa y mañana volveremos a darlo todo.

Cuando no podemos curar, cuidamos.

Puede que no existan soluciones, pero hay muchas formas de dar calidad de vida, de generar buenos momentos, pequeños detalles que mejoran el día a día. Pregunta a los profesionales, sabrán guiarte.

Sigue intentándolo.

No te desanimes cuando tengas dudas o no sepas cuáles son los siguientes pasos. La información es tu herramienta más útil. Busca la información sea necesaria y sigue intentándolo.

El enemigo tendrá sus fuerzas, pero tú tienes las tuyas.

Céntrate en lo que puedes dar, aquí y ahora. Aprende, investiga, pregunta, busca. Siempre habrá consejos que nos den seguridad para seguir adelante.

Lo estás haciendo bien.

Y si tienes dudas, consulta con los profesionales y recibirás consejos sobre lo que puedas mejorar.

No desestimes la ayuda de los demás.

Dejarte ayudar por los demás puede resultar muy útil para destensar, descansar y recuperar tiempo. Recuerda, te necesitas fuerte para poder seguir adelante. No tengas miedo en pedir ayuda.

Céntrate en el día a día.

Debemos evitar centrarnos en el drama. Si nos focalizamos en aquello que somos capaces de dar en nuestro día a día y buscamos el humor para enfrentarnos a las situaciones haremos el proceso más llevadero.

Acuérdate de ti.

No olvides que tú también necesitas tiempo para ti mismo/a, para tu bienestar social y para hacer aquello que te gusta. No dejar de lado todo aquello que disfrutas favorecerá tu salud mental.

No lo dudes, estás dando lo mejor de ti.

Los días tienen 24 horas, ni más ni menos. Si sientes que das el máximo, no te presiones, es contraproducente. Descansa y mañana volveremos a darlo todo.

El Alzheimer tendrá sus fuerzas, pero tú tienes las tuyas.

Céntrate en lo que puedes dar, aquí y ahora. Aprende, investiga, pregunta, busca. Siempre habrá consejos que nos den seguridad para seguir adelante.

Cuando no podemos curar, cuidamos.

Puede que no existan soluciones, pero hay muchas formas de dar calidad de vida, de generar buenos momentos, pequeños detalles que mejoran el día a día. Pregunta a los profesionales, sabrán guiarte.

Sigue intentándolo.

No te desanimes cuando tengas dudas o no sepas cuales son los siguientes pasos. La información es tu herramienta más útil. Busca la información sea necesaria y sigue intentándolo.

Lo estás haciendo bien.

Van a aparecer situaciones desconocidas y no saber cómo actuar puede resultar frustrante. Es normal que puedas tener dudas, consulta con los profesionales y recibirás consejos sobre lo que puedas mejorar.

No desestimes la ayuda de los demás.

Dejarte ayudar por los demás puede resultar muy útil para destensar, descansar y recuperar tiempo. Recuerda, te necesitas fuerte para poder seguir adelante. No tengas miedo en pedir ayuda.

Céntrate en el día a día.

Debemos evitar centrarnos en el drama. Si nos focalizamos en aquello que somos capaces de dar en nuestro día a día y buscamos el humor para enfrentarnos a las situaciones haremos el proceso más llevadero.

Acuérdate de ti.

No olvides que tú también necesitas tiempo para ti mismo/a, para tu bienestar social y para hacer aquello que te gusta. No dejar de lado todo aquello que disfrutas favorecerá tu salud mental.